Por: Cristian Montenegro
Desde niños todos hemos soñado con un mundo lleno de libertades, donde amar es el único lenguaje y las sonrisas son la moneda que traspasa fronteras. ¿Pero hasta dónde llegan estos sueños? ¿Cuándo Mueren? ¿Y quién los mata? Estas son las típicas preguntas que me abordan cuando pienso en este tema.
Para mí, lo que sucede es que perdemos estos sueños cuando cambiamos nuestros juguetes por celulares, cuando cambiamos los vestidos de flores por mini faldas y blusas ajustadas, cuando nuestros héroes dejan de ser los buscadores de la libertad que están dispuestos a morir por ella y se convierten en el primer desconocido que utiliza la moda, pero que no sabe qué es la pobreza.
Responsabilizando al consumismo, como su nombre lo dice, nos introduce en este mundo de precios sin valores, hasta que nos consumimos poco a poco. Finalmente nuestros sueños llegan hasta donde se les ponen precio a las ilusiones y decidimos dejar de soñar porque es demasiado caro para nosotros. ¿Hasta dónde te dejarás consumir?